Una realidad hasta ahora increíble.
Nació en marzo de 2020, con la llegada de la pandemia, y hasta ahora ha pasado un tercio de ese tiempo en el Hospital Gregorio Marañón, en Madrid.
Cuatro operaciones, dos ingresos en UCI, una intubación, cinco días conectada a una máquina que respiraba y oxigenaba su sangre por ella y un trasplante de corazón.
Unos días después de la cirugía, el equipo del Dr. Rafael Correa colgó una pequeña bolsita con una nueva técnica de investigación aplicada a las Tregs, al lado de la cama de Irene. “Una vez ahí, las células patrullan por el organismo y donde haya activación, inflamación, van y ejercen su función: regular esa inflamación”.
Irene es la primera bebé en el mundo en recibir terapia con células Tregs y la primera persona en el mundo en recibirla con Tregs del timo (thyTreg).
Un año después, Irene ya roza los nueve kilos y durante todos estos meses “no ha habido ni un signo de rechazo, el corazón está precioso y funciona de maravilla”, cuenta Camino, la cardióloga. Y Correa explica que durante esos primeros 12 meses, justo el periodo de más incidencia del rechazo, lo normal es una caída de las células reguladoras: “Obviamente porque se retira el timo, y por los fármacos inmunosupresores que tienen que tomar, que afectan también, entre otras cuestiones porque cuando se desarrollaron estos medicamentos no se conocían las Tregs, por lo que no se pudieron tener en cuenta a la hora de hacerlos”.
El equipo del Laboratorio de Inmuno-Regulación (LIR), del Hospital Gregorio Marañón, ha creado una terapia con células T reguladoras extraídas del timo, situado entre el esternón y el corazón, que hasta ahora se retiraba durante la cirugía para reemplazar el corazón y que podrían ser la solución al rechazo en los trasplantes.
Para leer el reportaje completo de Irene: El País